No Recuerdo Haber Nacido es un libro que escribí porque quería contar los hechos, situaciones y sentimientos muy intensos que viví en relación a mi búsqueda de claridad. Quería entender el sentido de mi vida y vivirlo en pleno, siempre quise eso. Pero la educación, la cultura y la sociedad en que vivía, desviaban constantemente mi mirada y me obligaban a cumplir con requisitos que yo no pedía, cosas que no nacían de mí. El sentimiento de insatisfacción era muy fuerte y yo no comprendía por qué me sentía así, cuando, desde muy niña, tuve un sistema de vida bastante completo según lo que la sociedad podría esperar para cualquier persona. Pasados los treinta años, era un sistema casi perfecto, con estabilidad familiar, preparación académica, recursos de todo tipo y equilibrio mental. Me bastó con que llegara el momento en que mi relación de pareja perdió su estabilidad, ya pisando los cuarenta, para que una fuerza interior arrolladora me empujara a poner todas mis estructuras de cabeza. Fue el momento en que surgió mi personalidad aventurera, y la llama encendida del deseo de liberación me empujó a hacer cosas que no podía compartir sino con unos pocos de mi enorme familia y mis amigos. Las ideas imperantes en el ambiente donde vivía no hubieran compatibilizado con mis nuevos horizontes ni con el atrevimiento de experimentar ciertas situaciones.

A finales de 1998, el empuje me llevó a la India, punto clave en mi historia, puesto que descubrí allí enfoques de la realidad de ser de los que jamás había escuchado. Aparecieron gurúes, sabios, maestros, tanto auténticos como falsos. Todo un mundo en torno a la espiritualidad, tan ajeno a lo que me habían enseñado hasta entonces, pero que curiosamente cuajaba con mi pulsación interna. Se estaba detonando la apertura de mi tan ansiada claridad y comprensión del sentido de la vida.

Hice varios viajes a India, pero fue el primer viaje el que me marcó con sello candente. A los pocos días de haber llegado al ashram del controversial Sathya Sai Baba, ya tenía en mis manos el mapa básico que me conduciría p

oco tiempo después a la explosión de comprensión que cambió por completo mi perspectiva vital. En este viaje llevé un diario donde fui escribiendo notas de mis experiencias, sentimientos y reflexiones. Y fue la relectura de dicho diario, catorce años después, lo que me inspiró a escribir este libro. Pensé que podría ser de apoyo para las personas que, como lo hice yo, ansían comprensión, paz, amor, y, cómo no, la felicidad.

No es un libro complaciente. Narro las cosas como fueron, procurando no herir sentimientos en los involucrados, por lo que hay algunas cosas que no cuento, nombres que cambio y algunos saltos en el tiempo. Porque la intención no es culpar a nadie, no es un asunto personal, sino poner en alerta a los buscadores, mostrar que a veces vamos detrás de personas y cosas falsas creyendo que nos otorgarán lo que carecemos, y tratar, además, de hacerles saber que nadie está solo en esta búsqueda, aun cuando ella suceda en solitario, puesto que es una búsqueda interior, íntima, y lo que se busca ya está aquí, siempre lo ha estado. Por tanto, se trata de eliminar las telarañas de confusión, en vez de armar castillos en el aire. Este es un libro que invita a seguir adelante, porque, si buscas, encontrar es posible.

Maria Luisa Cano F.

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